Gran parte de los incendios se producen en el hogar debido a descuidos o mal mantenimiento de los aparatos de uso habitual.

Hace unos años el mayor riesgo de incendio se encontraba en las calefacciones u hornillos, actualmente este riesgo se ha diversificado a diferentes lugares de la casa.

En los últimos años el riesgo de incendio en el hogar ha aumentado. Con la pandemia hemos cambiado nuestras rutinas y el tiempo que pasamos tanto en casa como conectados a nuestros dispositivos electrónicos. Hace unos años el mayor riesgo de incendio se encontraba en las calefacciones u hornillos, actualmente este riesgo se ha diversificado a diferentes lugares de la casa ya que el uso de dispositivos electrónicos y electrodomésticos se realiza en diferentes estancias. En ocasiones nos olvidamos de acciones muy simples que pueden reducir el riesgo de que nuestro hogar sufra un incendio, hoy te las recordamos:

– Instalaciones eléctricas revisadas: La instalación eléctrica debe estar en perfecto estado. No se deben utilizar cables pelados o regletas en malas condiciones. Si un enchufe no nos funciona correctamente o los “plomos saltan” de forma continuada, lo mejor es llamada a un profesional para que revide la instalación.

– Electrodomésticos en buen estado: Es importante que la instalación eléctrica esté en buen estado, pero de igual manera es importante que los electrodomésticos se encuentren en perfectas condiciones. Aparatos antiguos o con malas conexiones pueden provocar un incendio en cuestión de segundos. Si tienes un aparato en mal estado, llévalo a reparar.

– No conectar aparatos de gran consumo en regletas: Los aparatos de gran consumo como la lavadora o el aire acondicionado no se deben conectar en regletas ya que estas tienden a recalentarse con aparatos de gran consumo.

– No uses la cocina si no estás en condiciones: Cuando cocinamos debemos estar pendientes, si hemos consumido alcohol o hemos ingerido algún medicamento que provoque somnolencia, es mejor no cocinar, ya que podemos tener alterada la percepción e incluso quedarnos dormidos.

Estas recomendaciones, son recomendaciones básicas que escuchamos prácticamente a diario pero que a la hora del día a día, se nos olvidan. Es importante disponer de un detector de humo (o varios) en casa, estos dispositivos con económicos, fáciles de instalar y nos pueden salvar la vida en caso de incendio.